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Aunque hace ya varios días que entramos en la nueva estación, parece que es ahora cuando definitivamente el Otoño se ha instalado para quedarse. Recuperar la piel después del verano, las altas temperaturas y la exposición al sol, es un paso fundamental para su salud. Y es que el sudor o la humedad son algunos de los factores que más afectan y perjudican a nuestra piel. ¿Quieres saber cómo puedes recuperarla manteniendo una rutina facial adecuada? No te pierdas este post.
Responder a las demandas de nuestra piel en Otoño, es necesario para que esta pueda adaptarse con facilidad y sin ningún tipo de problema a la nueva meteorología. Las necesidades de la piel en cada temporada no son las mismas, y como consecuencia esta no se comporta de la misma manera en todas las estaciones. Por eso hay que adaptar nuestras rutinas de belleza, al clima de cada estación. En los meses de Otoño e invierno, nuestra piel tiende a secarse más como consecuencia del clima frío que altera la capa hidrolipídica que protege el cutis. Y además de esto, debemos tener en cuenta que a las bajas temperaturas y a los vientos gélidos se les sumará el calor seco de las calefacciones, con lo que nuestra piel estará todavía más sensible. El resultado de esta mezcla puede provocar sequedad, picores, rojeces e incluso eczemas.